Dentro de programa de mantenimiento anual, se ha de incorporar la limipieza química de calderas para eliminar depósitos en el circuito interno, mejorando el rendimiento en el intercambio de calor, y aplicar un tratamiento anticorrosivo que evite el desgaste de la estructura interna de la caldera, mejorando su estabilidad química.
Se recomienda una limpieza química preventiva mediante una programación anual, según el uso y funcionamiento de la caldera: frecuencia de arranque, horas de trabajo, calidad del agua, tratamiento químico, incluso última limpieza química en años.
Otros factores que determinan la realización de una limpieza quimicas son:
- Presencia de depósitos detectados mediante un seguimiento periódico, tomando una muestra en el interior de los tubos donde se produzca la mayor transferencia de calor.
- Un tratamiento de mantenimiento inadecuado o un seguimiento deficiente de la caldera, puede dar lugar a una contaminación interna del circuito o fugas, que provoque una bajada del rendimiento.
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